M es la fundadora de una empresa de importación de moda en España. La empresa está funcionando realmente bien y tiene en mente ampliar el catálogo de productos con una sección de zapatería. Sin embargo, hay un departamento que le impide dar el salto.
El departamento de atención al cliente está compuesto por 25 personas. M cree que si introduce una sección tan importante como la zapatería el número de llamadas se duplicará, junto a la plantilla que atiende el teléfono. Deberá cambiar de oficinas para poder ubicar a todo el mundo, comprar equipos informáticos, ampliar el departamento técnico…. Los números se disparan y la inversión debe hacerse antes de ampliar la gama de productos, sin saber el éxito que pueden llegar a tener. No lo ve nada claro…
Pero un día nos conoció y supo cómo la inteligencia artificial podría despejar sus dudas.
El 90% de las consultas recibidas en la empresa son relativas a disponibilidad (tallas, colores…) y a los procesos de devolución y envío. Respuestas que nuestras inteligencias artificiales pueden dar en varios idiomas, con un lenguaje natural, desde la web o desde el móvil, ininterrumpidamente y con capacidad para atender a miles de clientes de forma simultánea e inmediata, sin esperas, sin «todos nuestros agentes están ocupados»…
Además nuestras inteligencias artificiales pueden recoger información estadística de todo tipo y elaborar informes periódicos que respondan preguntas interesantes y detecten posibles problemas: ¿Qué prendas generan más consultas? ¿Cuáles más devoluciones? ¿Qué porcentaje de consultas son relativas a que su pedido no ha llegado? ¿Tengo problemas con los envíos? ¿Qué porcentaje de preguntas son relativas al proceso de devolución?
M sabe ahora que tiene una tecnología a su disposición capaz de absorber la totalidad del aumento de consultas, independientemente del éxito de su nueva sección de zapatería… y ya está pensando en expandirse internacionalmente.
Este es otro ejemplo REAL más de aplicación de nuestra inteligencia artificial. Seguro que te resulta fácil sustituir «moda» por cualquier otro producto o servicio y ya tienes una forma de aplicarla a tu negocio. ¿A qué esperas para dejarte ayudar a que tu empresa crezca? Puede que tu competencia ya lo esté haciendo… ¿Hablamos?
